La inversión ronda los cuatro millones de pesos. Se integrará con las construcciones que son Patrimonio de la Humanidad.

Alta Gracia. Las obras para concretar el “Proyecto de Unificación y Puesta en Valor del Conjunto Jesuítico de Alta Gracia” están en plena ejecución. La mayoría de las intervenciones se llevará a cabo en la plaza Manuel Solares.

Esa plaza es un punto clave en Alta Gracia. Se ubica en el centro del casco histórico, cercana a la Iglesia de la Merced, el Obraje, el Tajamar y el Museo de la Estancia Jesuítica Casa del Virrey Liniers.

En el año 2000, este conjunto jesuítico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el marco de una reunión celebrada en la ciudad australiana de Cairns y que también incluyó a la estancia de Santa Catalina y la Manzana de las Luces de Córdoba, entre otras.

Para la renovación, la Provincia aporta los fondos, por un monto 3.995.000 pesos y la Cámara de Turismo ejecuta las obras.

La puesta en valor de los bienes jesuíticos se presentan en adhesión al festejo por el Bicentenario de la Nación. Desde su presentación en 2008, la propuesta original sufrió varias modificaciones, entre ellas, varias impulsadas por la Asamblea de la Plaza, formada por vecinos autoconvocados. La culminación está prevista para agosto. Por estos días, la Plaza Solares de Alta Gracia se encuentra cerrada debido a la ejecución obra.

Qué pretenden. “El objetivo es unificar los espacios, integrando lo que es calzada y vereda, en una sola tipología de material, que es el pórfido”, explicó el secretario de Obras Públicas del municipio, Carlos Ostaschinski.

Además, se mejorará la accesibilidad para personas con discapacidades y se incorporará un piso táctil para generar un circuito para no videntes.

Una preocupación de los vecinos era el futuro de los árboles de la plaza. Alrededor de 19 fueron retirados dado que ese espacio será ocupado por una calzada.

Desde el municipio aseguraron que se repondrá cada especie retirada y que “no se sacará ninguna tipa”, que desde hace años caracterizan el verde del lugar.

Las obras que se realizan en sitios declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad suelen ser auditados por Unesco, lo que impide desviarse de las características originales.

Fuente: La Voz de Córdoba, 27/04