El gobierno de Sebastián Piñera ratificó  que evalúa subir los impuestos para encarar las secuelas que dejó el terremoto que asoló Chile, dejando pérdidas por 30.000 millones de dólares y un saldo de 700 muertos según cifras oficiales que contemplan tanto a las víctimas identificadas y a los desaparecidos.

“Se están evaluando opciones para financiar la reconstrucción”, confesó la vocera del gobierno, Ena von Baer, descartando un alza tributaria a las pequeñas empresas y las personas.

“No hay claridad respecto a qué camino se va a tomar”, agregó la portavoz, en medio de críticas de la oposición de centroizquierda, que acusa al oficialismo de derecha de “incapacidad” para gobernar.

La posibilidad de subir los impuestos también generó críticas desde las propias filas del gobierno que asumió el 11 de marzo, sin nombrar aún a todos los funcionarios de confianza del presidente.

“Si empezamos a hablar de alza de impuestos a la empresas, me parecería bien que las empresas grandes hagan un esfuerzo, pero quiero estar segura que esto no produzca cesantía”, apuntó la senadora de Renovación Nacional (derecha), Evelyn Matthei.

Ante ese escenario, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, mantuvo ayer una reunión con miembros de los principales grupos económicos del país. “Les he pedido ayuda a los empresarios para que apoyen y hagan su mayor esfuerzo”, reveló la autoridad.

La oposición, que estuvo 20 años en el poder, además insistió en pagar un bono de US$ 200 a los hogares más pobres, reclamando de paso por la lentitud de Piñera para armar su equipo. El debate pone a Piñera frente a la necesidad de resolver pronto qué caminos tomará para financiar los daños del terremoto y armar su equipo.

Fuente: Clarín, 17/03