Después del Riachuelo, la Justicia pone en foco la contaminación del Río de la Plata. En realidad, en la relación del saneamiento de una cuenca con la afectación de la otra.
El juez federal de Quilmes Luis Armella fijó una audiencia para el jueves próximo, en la que la Nación, la provincia de Buenos Aires, los municipios de Berazategui y Florencio Varela y las empresas Aguas bonaerenses y AySA deberán presentar documentación relacionada con las acciones necesarias para cumplir con la orden de la Corte Suprema de Justicia tendiente a poner en práctica un plan de saneamiento ambiental integral de ese río.
La causa, según consta en la resolución publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ) de la Corte Suprema, se inició con una demanda presentada en agosto de 2000 por Berazategui contra la antecesora de AySA, Aguas Argentinas, y el Poder Ejecutivo nacional, en la que exigía obras para el cese inmediato de la contaminación de las aguas del Río de la Plata, la reparación de los daños y una eventual indemnización por los perjuicios.
Ese reclamo, según publicó el CIJ, se basó en que los líquidos cloacales de la ciudad de Buenos Aires y de algunos partidos del Gran Buenos Aires eran descargados por la empresa demandada directamente al Río de la Plata, sin tratamiento.
En julio, la Corte dejó sin efecto una medida cautelar de la Cámara Federal de La Plata, que había ordenado la construcción, en 18 meses, de una planta depuradora de líquidos cloacales y la prolongación del emisario cloacal existente en Berazategui. La causa recayó en el juzgado de Armella, que decidió abordar la cuestión con “una visión integradora de la situación ambiental que atañe a la cuenca hídrica Matanza-Riachuelo y a la franja costera del Río de la Plata”.
Armella sostiene que se debe precisar si la Planta de Pretratamiento Cloacal de Berazategui proyectada “es suficiente para atender todo el caudal de líquidos”, pues “recibirá descarga de diversos colectores que provienen no sólo de partidos del Gran Buenos Aires [entre ellos, Berazategui y Florencio Varela] sino también de esta ciudad.

Fuente: La Nación, 20/11