La energía es fundamental en nuestras vidas, desde la estabilidad económica y la seguridad física de los países donde vivimos hasta el equilibrio ambiental de nuestro planeta. Todos los días usamos la energía, entre otras cosas, para transporte, aclimatación de ambientes, fabricación, iluminación y entretenimiento.

Confiamos en la energía para hacer nuestras vidas más confortables, productivas y agradables, y somos parte de una cadena que comienza con las fuentes de energía y produce efectos globales de gran alcance en nuestro futuro.

Panorama energético

Desde 1980, el consumo energético ha aumentado un 45% y se proyecta un 70% más hacia el 2030. Los mercados emergentes (con potencias como China e India) representan el 75% de la nueva demanda, ejerciendo fuertes presiones en los recursos globales. Esta realidad sumada a la creciente demanda de los mercados más maduros como Europa, América del Norte y Japón; lleva al mundo a legislar sobre la reducción del consumo, el uso de fuentes energéticas alternativas y la mejora en el seguridad energética.
Existen 3 simples razones de por qué el consumo de energía no puede continuar en este camino:
1- No contamos con suficientes fuentes de energía para abastecer el crecimiento de la demanda y las nuevas fuentes energéticas no estarán disponibles a tiempo.
2- Los combustibles fósiles causan polución, dañando la salud de las personas, los animales y las plantas.
3- Los combustibles también conllevan al calentamiento global, aumentando las probabilidades de grandes catástrofes como inundaciones y sequías.

Las principales premisas para los próximos años son resumidas en 2:
1- La reducción requerida de emisiones de GHG (Gas Invernadero) es del 50%, para estabilizar el efecto invernadero hacia el 2050.
2- La tecnología utilizada en la actualidad puede generar un 30% de ahorros que permitirían reducir emisiones, la construcción de nuevas plantas de energía o electrificar el resto del mundo no electrificado.

El nuevo escenario requiere de un aprendizaje en adaptar y manejar el consumo energético, los costos de la energía y los contaminantes.

El panorama en números:
X2: para el 2050, la demanda de energía se duplicará y la población mundial crecerá un 46%
/2: para el 2050, las emisiones de CO² deben reducirse al 50% limitando el aumento de temperatura a 2°C
70% de la electricidad es generada por carbón o hidrocarburos.
La parte renovable del total de la energía mundial usada crece del 7% en 2004 al 8% en 2030
Las emisiones de gas invernadero han crecido un 70% entre 1970 y 2004.
Los mercados emergentes representan el 75% de la nueva demanda energética.
La iluminación consume el 19% de la electricidad en el mundo.
La electricidad contribuye con un 40% a los gases invernaderos.

Los desafíos

Los objetivos clave para las futuras políticas serán:
- Limitar el consumo energético final en todos los sectores.
- Medir y hacer seguimiento del uso de la energía para establecer puntos de referencia y objetivos.
- Promover fuentes energéticas y tecnologías alternativas.
- Abrir mercados para promover un sistema de canje con créditos de emisiones de GHG y reducción de la demanda.

Los edificios y la industria representan las oportunidades de ahorro más amplias y más accesibles. El uso de la energía está distribuido de la siguiente manera:

El dilema energético

La situación actual en materia energética es un problema donde no podemos elegir ninguna de las posibles soluciones:

Es impensado detener o revertir el crecimiento del consumo de energía porque ello significaría parar la expansión económica y el desarrollo de los países emergentes y puede llevar a la recesión en los países desarrollados.
Tampoco podemos continuar creciendo económicamente y desarrollándonos, pagando las consecuencias de aumentar la polución y el calentamiento global y quedándonos sin las fuentes de energía no renovables de las cuales dependemos.

La Eficiencia Energética ofrece una salida al dilema energético: limita la polución y el calentamiento global, conserva los suministros de las fuentes de energía no renovables y hasta provee la energía requerida para el crecimiento económico.

La Eficiencia Energética

Cuando hablamos de Eficiencia Energética, hacemos referencia al uso de la tecnología, los procesos y el funcionamiento con menos uso de energía para proveer los mismos niveles de producción o confort.

Tenemos que distinguir entre 2 formas de Eficiencia Energética:
1- Pasiva, que reduce el consumo a través de métodos como artefactos de bajo consumo y aislaciones. Estos son importantes pero no suficientes por sí solos.
2- Activa, que utiliza el monitoreo, el control, la automatización de procesos y el funcionamiento correcto, para obtener ahorros en el presente y asegurándose que no se pierdan en el futuro.

Fuente: www.electropelba.com