Por Virginia Escribano, Aires de Bohemia, www.airesdebohemia.com

Objetivo: Dar claridad, unir generaciones, otorgarle a los ambientes un aspecto más moderno, aggiornado, preservando la elegancia.

El departamento se encontraba ambientado con muebles antiguos de buena calidad pero muy desactualizados. Se buscaba recrear un ambiente adulto y elegante y a la vez, que fuera cómodo y agradable para sus hijos. En principio, se eligieron cuáles eran los muebles que se iban a conservar ya que los espacios estaban muy sobrecargados. La idea era aprovechar las piezas valiosas tanto de iluminación como de mobiliario. Se rescataron las arañas y las piezas más atractivas.

Se logró revertir el ambiente de penumbra para darle luz, destacar la amplitud de los ambientes, otorgarle más vida. Principalmente, se buscó un equilibrio entre las ilusiones que tenía la dueña de renovar su decoración y empezar una nueva etapa en su vida con las expectativas que tenían su marido y sus varones que querían algo moderno, un equilibrio entre estas dos demandas que buscaba cada miembro de la familia. Se logró un ambiente con amplitud, buena luz, comodidades.

El color de las paredes y los estampados en las telas modernizaron el ambiente y las pátinas permitieron darle luz y amplitud al espacio. Se optó por dejar algunas piezas en su tono original para no reciclar en exceso y de esta manera dejar algún antecedente porque era importante para la clienta conservar recuerdos de su madre. Se buscó un equilibrio. En el comedor se empleó en los muros un tono guinda. Se hizo un corte con el color por medio del espejo que se recuperó de un antiguo cuadro. Se recuperó el marco y se lo pintó de color marfil. El marco era de madera tallado con elaboración de trabajo, se restauraron las partes quebradas, se lo encoló, se restablecieron tallas rotas y se hizo un decapado para que resaltaran las formas de la talla. Para el retapizado de las sillas se usó una gamuza sintética color marfil. En todos los muebles se restauró el color original y se los reubicó. A la imponente araña se le hizo electrificación nueva, se le aplicó un baño de plata y se limpiaron los caireles.

Se retapizó un sillón Luis XVI Se cumplió con el requerimiento de armar un rincón de escritorio para uso de toda la familia. Se utilizó como escritorio una mesa libro que estaba en el ambiente, manteniendo el color original. Uno de los sillones Luis XVI que había en el living fue patinado en color manteca decapado y se lo tapizó en un lino color chocolate. En la parte del apoyabrazos se usó un género de algodón rayado. Para descontracturar la estética se usó para el respaldo un género de algodón en colores tierra y rojizo. Se hizo el mismo trabajo con una lámpara de pie, se la patinó en tono manteca avejentado para sacarle el aspecto anticuado y se cambió la pantalla para que hiciera juego con otros sillones que se encuentran en el estar: dibujos abstractos, arabescos y flores en perfecta armonía con las rayas del respaldo de la silla. Se logró un espacio cálido pero que a la vez diera un aspecto unisex para los hijos varones. Dos sillones retro, cómodos para el reposo, fueron reubicados en el living y retapizados con el mismo género que la lámpara del escritorio.

La antigua vitrina se patinó en tono manteca desgastado. Se aprovechó para guardar los juegos de porcelana de la clienta y lucirlos como objetos de decoración. Un sillón de dos cuerpos Luis XVI fue retapizado en lino chocolate para darle sobriedad y dejar el protagonismo a los sillones retro.