La crisis comenzó a sentirse con más fuerza en la segunda mitad de 2008. Desde ese momento y hasta este primer semestre de 2010 quedaron sin empleo 10 mil obreros. Tanto la Uocra como las cámaras empresarias reclaman la reactivación de obras públicas.

Con 10 mil obreros parados, obras licitadas hace 5 años que están terminándose, empresas en constante expectativa de una reactivación de planes estatales y una nueva baja en los proyectos privados en la provincia, el sector de la construcción afrontó su cuarto semestre consecutivo de profundo parate y desempleo. Las esperanzas de repunte, sin embargo, se mantienen con vistas a la segunda parte del año pese a que aún no se activa plan alguno.

A contramano de lo que sucede en otros distritos del país, la actividad en Corrientes continúa sumergida en una crisis que no se daba desde el 2001. La retracción comenzó a principios de 2008 con una progresiva retención de fondos nacionales para viviendas y grandes obras públicas en la provincia, y la situación se agudizó en el segundo semestre de ese año.

A partir de ese momento, la desaceleración en el ritmo de trabajo en las obras que permanecieron en pie -particularmente viviendas- comenzó a traducirse en obreros sin empleo y pequeñas empresas sin nuevos emprendimientos a su cargo. El panorama se hizo más oscuro en el inicio del 2009 cuando el nivel de empleo empezó a bajar notoriamente, con al menos 3 mil personas sin ocupación.

Al tiempo que no se ejecutaban nuevas obras públicas de gran magnitud, el desempleo alcanzó en el segundo semestre de 2009 a 6 mil obreros y ese año cerraría con 8.500 trabajadores del sector parados. Incluso, sobre el final del año la filial local de la Cámara Argentina de la Construcción declaró un estado de emergencia en la actividad por el abrupto estancamiento que aún siguen soportando. De esa manera, la construcción cerró 12 meses de profunda crisis, como no se afrontaba desde el inicio del milenio.

Urgencias

Tanto el gremio como las entidades empresariales manifestaron su preocupación por la crisis que ya lleva cuatro semestres. Resaltan, además, la necesidad de reactivar lo antes posible los planes de grandes obras, que son los que más mano de obra ocupan, especialmente la construcción de complejos habitacionales.

Un dato para tener en cuenta en este fuerte parate de la actividad: las viviendas que se están terminando y entregando en la provincia forman parte de planes federales licitados hace 5 años. Además, de un cupo con financiamiento federal de unas 4.000 viviendas para Corrientes, sólo se construyeron cerca de 2.400 casas. El resto quedó en stand by.

“Se requiere una pronta reactivación de obras que demandan gran cantidad de trabajadores, como la construcción de escuelas, hospitales, viviendas, comisarías, etcétera. Y eso también repercutirán en la economía provincial porque implica un beneficio para otras actividades”, resaltó. “Siempre somos optimistas, pese a la crisis, y esperamos que en breve se activen planes y también lleguen recursos nacionales porque realmente hemos tocado fondo”, acentuó finalmente Soulard.

Fuente: El Litoral de Corrientes, 06/07