ARQUITECTURA efímera
Nº 19, agosto 2012
Hay arquitecturas que vencen, que aparecen y desaparecen casi en un instante. Pero a pesar de esa condición efímera van dejando su huella, quizás invisible a los ojos, pero no al intelecto. La arquitectura efímera construye espacios de riesgo, posibilitando el desarrollo de un pensamiento de mayor compromiso con nuestra disciplina y la cultura en general. Quizás, junto con los concursos, sean los últimos espacios que quedan para arriesgar y experimentar, sobro todo en la actividad cada vez más cercada por la economía, el mercado y los códigos, y en la que cada día es más difícil agregar “espesor” a su ejercicio disciplinar”, así comienza el editorial de esta edición, donde se cuestiona el concepto de durabilidad en las obras de arquitectura, tanto efímeras como sólidas.