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Uruguay: Licitarán terminales por 30 años para financiar el puerto de Rocha

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Screen Shot 2014-08-05 at 9.05.57 AMEl presidente Mujica quiere realizar un llamado público antes de que finalice su gobierno. Hizo el planteo a Rusia y dice contar con el respaldo de Brasil.

El Poder Ejecutivo se puso como meta poner en marcha distintas licitaciones fundamentales para la construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha antes de marzo de 2015, cuando José Mujica deba traspasar la banda presidencial a un nuevo presidente. La conveniencia del megaproyecto logístico que le quita el sueño al mandatario uruguayo no parece tener discusión, aunque debe concretar en hechos los compromisos verbales recibidos hasta ahora.

Esas licitaciones, por ejemplo, abrirán la posibilidad para que empresas extranjeras, o los mismos Estados, puedan obtener una parte de la terminal para su explotación durante un período de tiempo estimado en 30 años.

Con ello el gobierno obtiene parte del dinero para poder iniciar las obras, y a la vez se asegura amortización por pago de canon, explicaron fuentes de Cancillería y Presidencia. Ese modelo no financiaría la totalidad del proyecto, pero daría un impulso fundamental para el punto de partida.

Quedan siete meses para que termine la administración, pero el equipo del presidente Mujica está confiado en poder abrir los llamados en ese tiempo, dijo otro de los jerarcas consultados.

Si lo logra, el gobierno se asegura que el ambicioso plan se ponga en marcha, y salga de la etapa previa de estudios y prospecciones. Mujica había dicho que quiere al menos tomar las decisiones fundamentales antes de dejar el cargo para que el proyecto sea irreversible y pueda ser un hecho.

El modelo de contrato con Estados o empresas extranjeras para el puerto de aguas profundas en Rocha es similar al que opera el Puerto de Montevideo con la firma belga Katoen Naitie. La denominada Terminal Cuenca del Plata opera contenedores en el puerto de la capital desde 2001, cuando ganó la licitación. El 80% de las acciones están en manos de la empresa extranjera, y el restante 20% son propiedad de la Administración Nacional de Puertos (ANP).

El miércoles 16 a la noche en Brasilia, cuando terminó su reunión bilateral con el presidente Vladimir Putin, el presidente Mujica comentó que además del interés ruso en participar del puerto en Rocha –manifestado en público por su mandatario–, tenía un compromiso de Brasil para sumarse al proyecto. “La financiación (del puerto) la tenemos conversado con Brasil. Déjela por ahí, lo tenemos conversado con Brasil”, repitió.

Mujica recibió, además, la intención explícita de Rusia de analizar la posibilidad de hacer negocios con el puerto de aguas profundas. Pero ello deberá ser analizado en profundidad cuando técnicos y jerarcas del gobierno viajen a Moscú para mostrar los documentos y detalles del proyecto.

Para financiar el puerto se han manejado varias opciones. Entre las que se hicieron públicas están la posibilidad de tramitar un préstamo ante el banco de desarrollo brasileño (Bndes), o apelar a los fondos de convergencia del bloque regional Mercosur, el Focem.

Otra vía de financiación en la que el gobierno pone sus fichas es el aporte de China. Uruguay ya le ha manifestado su interés al país asiático de recibir inversión en infraestructura, pero ahora se abre una ventana interesante con la apuesta fuerte que anunció el gobierno de ese país. El jueves a la tarde, en la reunión cumbre que tuvo con países de Latinoamérica en Brasilia, el presidente chino anunció que inyectará miles de millones de dólares en un fondo para obras de infraestructura en la región.

Una fuente del gobierno anunció que Uruguay presentará en ese nuevo fondo todos sus proyectos pendientes, con la esperanza de lograr financiar el puerto en Rocha.

La terminal del puerto de aguas profundas se ubicará en El Palenque (Rocha), y será construida bajo el régimen de contrato de asociación público privado, con una sociedad que administrará la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).

En agosto de 2013, el entonces asesor de Mujica y hoy presidente de la CND, Pedro Buonomo, dijo que el Poder Ejecutivo tenía la intención de plantear que los Estados de la región contraten espacios en la terminal portuaria, así como lo hacen otros privados.

Ese régimen, conocido en el mundo como “Landlord”, y que utilizan sobre todo puertos de España, consiste en que el privado firme un contrato de uso. Se establece allí que la propiedad de la tierra y los servicios generales son propiedad del país local, en tanto que los privados invierten en sus terminales, depósitos y muelles, para operar sus mercancías.

Por otra parte, uno de los privados que se estima tendrá una terminal es la firma extranjera Aratirí (Zamín Ferrous), que proyecta invertir en Valentines (Treinta y Tres) US$ 3.500 millones para extraer 1.800 millones de toneladas de concentrado de hierro durante un período de entre 20 años, para lo cual continúa negociando con el gobierno uruguayo las condiciones del contrato y se apresta a cumplir con la entrega de informes ambientales pendientes.

Para llegar con el concentrado de hierro –el producido de la extracción–, Aratirí construirá un mineroducto desde donde montará el complejo minero hasta el sitio donde será instalado el puerto. De hecho, la empresa de origen indio tuvo que cambiar el trazado de ese mineroducto luego que el gobierno decidió cambiar el punto elegido en la costa de Rocha para la terminal.

OTRAS ALTERNATIVAS PARA CONSEGUIR DINERO

Desde que se comenzó a hablar de construir un puerto de aguas profundas, uno de los principales desafíos a resolver fue la financiación. Hace un par de años se manejó la posibilidad de tramitar un préstamo ante el banco de desarrollo brasileño (Bndes).

Hubo impulsos de parte de jerarcas brasieños en ese sentido en 2012. Sin embargo, la institución norteña aclaró en su momento que no estaba en sus planes dar crédito para esa obra, aunque la puerta nunca quedó cerrada. En esa búsqueda, además, surgió la posibilidad de apelar a los fondos de convergencia del Mercosur, Focem.

Ese fondo se nutre de aportes de los miembros del bloque en partes distintas considerando el tamaño de los países, y con el objetivo de subsanar aunque sea en este caso las asimetrías. De todos modos parece una opción difícil, sino imposible por la disponibilidad que tiene Uruguay de ese dinero.

El Focem funciona desde 2009 y tiene disponible cada año US$ 100 millones para que los países miembros del bloque puedan utilizar en obras de infraestructura, principalmente. Brasil aporta 70% y Argentina 27%, pero la relación se revierte a la hora de su utilización. Así, por ejemplo, Uruguay tiene disponibles US$ 32 millones al año, cuando le toca aportar US$ 2 millones por año. Para que haya disponible la cantidad de dinero que Uruguay necesita para el puerto, alguno de los países grandes debería realizar aportes voluntarios, algo que no aparece como viable.

Fuente: El Observador Digital

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