Se trata de una obra casi terminada en Crámer al 3100. La Ciudad la había autorizado, a pesar de no estar permitido por ley.

Un fallo de la Justicia porteña ordenó a la Ciudad demoler cinco de los ocho pisos de un edificio casi terminado en el barrio de Núñez, construido por una empresa que recibió un permiso del propio Gobierno porteño para exceder la altura permitida.

El problema comenzó cuando vecinos de Crámer 3151 entre Iberá y Tamborini, lugar del edificio en cuestión, “detectaron que allí se estaba construyendo un edificio con una altura casi tres veces mayor a la permitida por el Código de Planeamiento Urbano para esa zona, perjudicando la ventilación e iluminación de sus viviendas”, detalló el Observatorio del Derecho.

“La sentencia es inédita porque esta vez la Justicia obliga no a un privado sino al mismo Gobierno porteño a subsanar un acto que fue considerado ilegal: dar permiso para realizar una construcción por encima de la altura permitida para la zona”, dijo Jonatan Baldiviezo, integrante del Observatorio y patrocinante de familias de edificios linderos. El fallo fue dictado en respuesta al recurso de amparo presentado por residentes de propiedades contiguas a la que la empresa Tizado levantó en Crámer 3151/3155.

No es la primera vez que el Gobierno porteño tiene una mirada flexible y permisiva sobre la aplicación de esas normas que termina beneficiando a las constructoras. Lo que es novedoso es que la Justicia esta vez ordenó al Gobierno hacerse cargo de la ilegalidad que cometió.

La empresa primero “había presentado planos que respetaban la altura establecida”, de tres pisos, pero fue autorizada a construir más del doble: ocho pisos. El permiso se basó en “una excepción que autoriza a construir por arriba de la altura permitida pero exige como condición que las edificaciones linderas superen los 15 metros”, algo que en este caso sólo se cumple de un solo lado.