El Ministerio de Producción y Trabajo, a través de la Secretaría de Comercio, publicó en el Boletín Oficial la reglamentación para la comercialización de tubos flexibles de aluminio, colectores solares térmicos y sistemas compactos solares. El objetivo es garantizar estándares de calidad, preservar la seguridad de los usuarios y establecer medidas de protección relativas al ambiente y la salud.

Colectores solares térmicos

La resolución 520/2018, publicada el 3 de septiembre en el Boletín Oficial, definió la implementación de una certificación para fomentar la mejora de la calidad y la adopción de tecnologías sustentables al garantizar el acceso a una energía segura, moderna y económica, de acuerdo con uno de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

El uso de sistemas de energía térmica es incipiente en el país, abastecido mayormente por productos importados. En el año 2016, el mercado nacional registró ventas de aproximadamente 26.000 unidades, las cuales fueron abastecidas en un 85% por productos importados y el 15% restante por productos de origen nacional.

En nuestro país, aproximadamente el 40% de la población no tiene acceso al gas de red. Los colectores solares presentan una excelente opción para el calentamiento de agua sanitaria o la calefacción de ambientes para las poblaciones que habitan las regiones desconectadas de la red, ya que, por ejemplo, un sistema solar compacto puede suministrar el 90% de las necesidades de agua caliente anual para una familia de 4 personas. Este reglamento técnico garantiza el funcionamiento, uso y estándares de calidad de los colectores solares, promoviendo y generando un impacto económico positivo en la adopción de tecnologías sustentables de gran potencial.

Tubos flexibles de aluminio

La resolución 3/2018 publicada hoy en el Boletín Oficial establece requisitos técnicos de calidad y seguridad que deben cumplir los envases de aluminio. Para la comercialización se tomarán en cuenta las normas técnicas nacionales elaboradas por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). Este reglamento protege a los usuarios, fortalece la competitividad y la comercialización en nuestro país al fomentar un incremento en la calidad.

El uso de tubos flexibles de aluminio es de gran importancia para el envasado de productos (farmacéuticos, cosméticos, usos industriales, etc.) en el país, abastecido mayormente por producción nacional. En el año 2017, el mercado nacional registró ventas de aproximadamente 508 toneladas, las cuales fueron abastecidas en un 58% por productos locales y el 42% restante por productos importados.

De esta manera, se establecen estándares de medidas nominales, requerimientos de composición de materia prima e insumos, porosidad del recubrimiento interno, adherencia del esmalte exterior y barniz interior y deformación, entre otros aspectos técnicos relevantes que permitan asegurar estándares de calidad y seguridad para los usuarios de tubos de aluminio flexibles, así como también consolidar un mecanismo de identificación que permita su trazabilidad.