Un eslabón clave del valioso patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba es el de las iglesias, en especial las del casco céntrico. Representan un gran potencial para el turismo religioso, ávido de conocer estas maravillas coloniales.
Con la basílica de Santo Domingo, se inició en 2003 un proceso de puesta en valor de templos deteriorados que sigue en marcha, a los ponchazos y merced a la disponibilidad de dinero. Pero aún hay iglesias por restaurar. Por falta de fondos, proyectos u olvido, algunas joyas arquitectónicas están relegadas, como la de San Roque y la del Pilar, ambas monumentos históricos nacionales.
Este intento por dar a Córdoba un plus que atraiga al turista debería acompañarse con un esquema de visitas guiadas a iglesias en horarios más amplios, como ocurre en Europa.

Fuente: La Voz del Interior de Córdoba, 22/03