Palermo sigue siendo el barrio más buscado por los constructores, aunque Villa Urquiza ya le pisa los talones.

En un contexto de fuerte caída en los pedidos de obras nuevas, Palermo retuvo el primer puesto en el ranking de barrios con más obras nuevas el año pasado. De acuerdo con un informe elaborado por el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), en 2009 se redujo en casi un 40% el total de superficie autorizada para la construcción de obras nuevas en la Capital Federal. La baja en los pedidos de obra fue aún más pronunciada en el caso de Palermo, donde los pedidos de obras nuevas cayeron a la mitad, mientras que en Belgrano el descenso interanual llegó al 69 por ciento.

El año que acaba de terminar tampoco resultó muy positivo para Caballito, que terminó con una caída del 49% en la superficie de obra, a pesar de que es la tercera zona más buscada por los desarrolladores inmobiliarios. La baja en Caballito fue prácticamente similar a la que vivió su vecino Flores, que registró una baja interanual del 42 por ciento.

La contrapartida de estas caídas en las obras fue el desempeño de Villa Urquiza. El tradicional barrio porteño se consolidó como el segundo destino más buscado por los inversores inmobiliarios -desplazando de este lugar a Caballito-, con una participación en el total de obras nuevas de la ciudad que pasó del 4,6% en 2008 al 8,9% en 2009.

En crecimiento

Igualmente, el barrio que más creció en el total de obras nuevas durante el último año fue Retiro, que concentró el 4,3% de los pedidos, superando a zonas más tradicionales para proyectos a estrenar, como Recoleta, Villa Pueyrredón o Almagro, según el relevamiento realizado por la UADE a partir de los datos oficiales.

Entre las zonas que más crecieron además se destacaron varios barrios del sur de la ciudad, que tradicionalmente fue la zona más postergada en materia de obras nuevas.

En este sentido se destacaron los casos de Villa Soldati y Parque Avellaneda, que registraron en 2009 alzas del orden de 118 y 60%, respectivamente, en la cantidad de metros cuadrados de superficie autorizada para proyectos a estrenar.

Fuente: La Nación, 30/03