El inicio de la obra es inminente y demandará en total alrededor de 4,5 millones de pesos, de lo que ya se reunió la mitad. La Municipalidad aprobó el viernes último y en tiempo récord el proyecto para la reconstrucción de la capilla destruida por un incendio el 30 de agosto pasado.

El proyecto fue encarado por la comunidad de la Parroquia, que demostró una unión y fuerza de colaboración inusual en la ciudad, y ya cuenta con aproximadamente la mitad de los fondos para la tarea. Organizaron una Comisión Pro-Templo, comandada por el párroco de la capilla, padre Jorge Pliauzer, y constituida por arquitectos, ingenieros, empresarios con experiencia en la construcción y otros colaboradores de gran capacidad, que los últimos viernes de cada mes dan a conocer los avances en la Secretaría Parroquial.

La obra demandará una inversión cercana a los $ 4.600.000 de los que llevan reunidos aproximadamente la mitad.

El aporte más importante es de la compañía de seguros “Liberty”, contratada para la capilla, que el lunes 20 de octubre depositó $1.800.000.

Fue notable la capacidad de recaudación basada en la solidaridad de los vecinos, que en pocas semanas reunió $ 350.000 en la cuenta del Obispado en el Banco Nación, provenientes la peña que organizaron los alumnos del Colegio Don Bosco, Colegio Ceferino, Damas Salesianas y Colegio María Auxiliadora; una importante donación de una familia y otra de los padres y alumnos del Colegio Esquiú de Buenos Aires.

También ese monto fue integrado por la cena a beneficio organizada por el restaurante “El Patacón”, dos encuentros corales y donaciones de personas particulares que fueron haciendo sus aportes.

Además, la Parroquia recibió una ayuda del Papa Francisco de alrededor de 90 mil pesos.

La Comisión Pro Templo encuestó las preferencias de la comunidad para reconstruir el templo. Esta voluntad se expresó en recuperar una nave central de madera y las otras dos a los laterales de piedra, además de lograr una réplica del campanario lo más cercana a la que tenía la Inmaculada, y que sobrevivió inmutable a los dos cambios que tuvo la capilla: una reconstrucción antigua y su traslado desde el primer emplazamiento de 1908, donde está hoy el gimnasio Don Bosco, al actual de Elflein.

Con ello fue elaborado el proyecto, que fue discutido con el Consejo de Pastoral Parroquial, presentado a distintos estamentos, y finalmente aprobado el viernes.

El nuevo edificio será un poco más amplio que el anterior, y la gran novedad es que ganará un subsuelo donde se emplazará el Museo de la Inmaculada y la cripta con los restos del padre Zacarías Genghini, primer cura de Bariloche, por cuya iniciativa fue construida esta primera iglesia.

Están en condiciones de empezar los movimientos de suelo, las fundaciones y la losa de hormigón para la implantación del nuevo edificio. Además se construirá el piso y los muros perimetrales del nivel inferior con sus correspondientes aislaciones y drenajes, y la estructura y muros de la capilla (materiales y mano de obra) para el apoyo de los techos proyectados.

Fuente: ANB, Bariloche