La restauración exterior del Coliseo de Roma, construido entre el año 70 y el 80 después de Cristo y utilizado en la Antigüedad por los emperadores romanos como lugar para realizar ejecuciones y celebrar sangrientos eventos deportivos, quedó oficialmente concluida hoy.

Tras la caí­da del Imperio Romano el anfiteatro ya no se usó y en el siglo VI fue demolido parcialmente después de un terremoto. El siguiente paso será renovar la parte interna, un trabajo que se extenderá, según calculan los expertos, hasta 2018.

Los trabajos se llevaron a cabo con enorme cuidado y siguiendo los máximos requerimientos técnicos, afirmó Franceschini, Della Valle, dueño del consorcio de lujo, puso a disposición los 25 millones de euros necesarios para la restauración.