El equipamiento básico de una computadora: Memoria y rapidez 

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“En todo el mundo existe como mucho un mercado para cinco computadoras”. La frase, atribuida a Thomas Watson en 1943, cuando era presidente de IBM, fue sin duda un gran error de cálculo.
Hoy en día hay una PC (o varias) en casi todos los hogares con un mínimo de ingresos, aunque muchas veces se las utiliza poco, apenas para navegar por Internet, trabajos esporádicos y para la colección de música y fotos. Estas tareas las pueden realizar máquinas actuales incluso de menor rendimiento, señala Hans Stahl, profesor de Informática en la Escuela Técnica Superior de Colonia. “Incluso las computadoras poco potentes no tienen nada de débiles en comparación con el nivel de hace diez años”.
Sin embargo, sí hay un par de cuestiones importantes a la hora de hacer una compra. “Tienen que tener un procesador de dos núcleos”, dice Stahl. “De esa forma se pueden realizar todas las tareas rutinarias sin problema”. Pero menos de eso ya no es suficiente, ya se trate de una PC o una notebook.
Lo mismo vale para la memoria RAM o de trabajo, subraya el experto. “Una computadora con menos de dos gigabytes de RAM no la compraría. La memoria es para el uso diario el recurso más importante, más importante que el procesador”. Y con ello Stahl se refiere no sólo al RAM, sino también a la capacidad de almacenamiento en el disco duro. “En una PC normal hay que tener un mínimo de 500 GB, porque siempre hay cosas que guardar”.
Más recursos sólo necesitan quienes realicen tareas más complejas. Por ejemplo, la amplia edición de fotografías y videos funciona de manera satisfactoria únicamente en una computadora rápida, y lo mismo vale para los videojuegos exigentes.
Incluso los programas de Office pueden colapsar una PC en determinadas circunstancias. “Grandes documentos en edición o cálculos de tablas hacen funcionar bastante más lento a una máquina media”, señala Stahl. Los trabajadores autónomos con bastante contabilidad o los estudiantes que elaboran largos trabajos científicos sacarán ventaja de adquirir una máquina con algo más de rendimiento.
A la hora de comprar hay que tener claras las prioridades, porque no existe la PC perfecta. Los sistemas compactos rara vez son baratos, comenta la revista “c’t”. Una computadora que se pueda equipar bien consume mucha energía y un rendimiento realmente alto va aparejado a su vez también con un aumento proporcionalmente mayor del ruido.
Una buena inversión es comprar un disco extra SSD, que no tiene que ser muy grande, y grabar en él el sistema operativo y los principales programas. De esta forma se trabaja y se navega mucho más rápido. Y de cara al futuro hay que apostar por los conectores más nuevos como el USB 3.1 o el Thunderbolt 3.
Sólo necesita una tarjeta gráfica independiente quien use videojuegos o trabaje con complejas simulaciones y modelos 3D. A todos los demás les basta el acelerador gráfico del procesador, comenta “c’t”.
Una PC de escritorio con todo lo fundamental, salvo videojuegos caros, cuesta entre 450 y 700 euros (entre unos 500 y 790 dólares). Pero ya existen buenas máquinas para el día a día por entre 300 y 450 euros. Si se la va a usar para jugar, el precio mínimo son 800 euros.
Las notebooks con un equipamiento similar son algo más caras. “Si se piensa solo en la relación precio-calidad, las clásicas carcasas de aluminio siguen siendo mejores”, señala Hans Stahl. Pero para quien la movilidad sea fundamental, incluso puede sustituir la computadora por una tablet. “Para el usuario que sólo navega por Internet y quiere ver sus mails una tablet es mejor, al menos cuando no está en casa”.
Tampoco hay que descartar una tablet de primeras aunque uno necesite escribir largos textos, porque “existen ya buenas soluciones para ello”, comenta Stahl en alusión a los llamados híbridos: las Detachables, a las que se les puede añadir un teclado, o las Convertibles, notebooks cuyo teclado se puede plegar y convertirse en tablets. Y también las tablets comunes y corrientes pueden incorporar un teclado vía Bluetooth.

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