Bueno, bonito y caro

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Bueno, bonito y caro: el telÈfono Pixel de Google

A nivel visual es amor a primera vista: Pixel es así como muchos se habían imaginado el nuevo iPhone, con una carcasa de aluminio en negro mate, esquinas suavemente redondeadas, ninguna lente de la cámara que sobresale y… un enchufe analógico para los auriculares.

Pero el nuevo teléfono de Google, el primero de diseño completamente propio, es más que apariencia. Pixel, de cinco pulgadas, y el Pixel XL, de 5,5 pulgadas, son sobre todo la manera más sencilla de acceder a todos los servicios de Google.

Hasta ahora, los celulares de la firma se llamaban Nexus y los fabricaban LG o Motorola. Los actuales modelos solamente llevan una G discreta. En su interior contienen el hardware más actual, un procesador Snapdragon 821 de Qualcomm con ocho núcleos, cuatro GB de RAM y 32 o 128 GB de memoria para fotos, videos y aplicaciones. También diversos sensores, un lector de huella dactilar y tecnología para la carga rápida de la batería de 2.770 miliamperios/hora (3.450 en el Pixel XL).

Ninguno de los dos es resistente al agua. La cámara principal tiene una resolución de 12 megapíxeles y una apertura máxima muy sensible, de f2.0.

Para las videollamadas y las selfies hay otra cámara frontal de 8 megapíxeles. Ambas convencen de inmediato, porque reaccionan con rapidez y enfocan casi tan bien como en el Galaxy S7 de Samsung. Las fotografías salen bien incluso en condiciones de poca luz y solamente hay mucho ruido en la imagen cuando casi no hay iluminación.

La estabilización de imagen en el video compensa muy bien un pequeño temblor de la mano. La cámara registra hasta 60 imágenes por segundo en Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) y en resolución UHD llega a las 30 imágenes por segundo.

Como las fotos y los videos tienen unos enormes tamaños, para los usuarios de Pixel, Google pone a disposición espacio infinito de almacenamiento en la nube al margen de la memoria del propio teléfono.

Como novedad lleva la versión 7 de Android, bautizada Nougat, con sus símbolos redondeados para las app y una práctica función llamada Shortcuts. Presionando sobre una aplicación con el dedo durante unos segundos, aparecen una serie de comandos utilizados con frecuencia. Por ejemplo, si uno lo hace sobre la cámara, aparecen opciones para videos o selfies, y en WhatsApp se ven los últimos chats.

Y luego está Google. La oferta de servicios del gigante de Internet está en cada rincón del teléfono. Si se aprieta durante unos segundos el botón Home, aparece el asistente; arriba a la izquierda en la pantalla de inicio hay un botón de Google que inicia de inmediato las búsquedas, muestra las tendencias online y el tiempo, o bien noticias, todo elegido en base a dónde se encuentre uno y los intereses personales. Si uno dice “ok, Google”, se activa el asistente por voz.

En el futuro, se supone que el asistente conocerá los deseos del usuario antes de que éste los diga. Pero por ahora no es especialmente brillante y contesta muchas preguntas con “puedo hacer una búsqueda en Internet”, aunque no lo hace por sí solo. Se supone que el asistente -que por ahora no domina más que inglés y algún otro idioma- irá aprendiendo a medida que se adentre en historial de búsqueda, emails y otras cosas. Algo para algunos muy práctico y una pesadilla de intrusión en la privacidad para otros.
Bueno, bonito y caro: el telÈfono Pixel de Google
También la aplicación de llamadas se va haciendo más inteligente y alerta, por ejemplo, de llamadas de empresas publicitarias o spam conocidas y las puede bloquear.

Si uno escribe en el campo de búsqueda el nombre de una tienda o restaurante, es muy probable que Google conozca el teléfono y llame directamente. Pero también en este caso tiene que estar activada la localización, lo cual, junto con el constante ID de Google, permite recabar todo tipo de datos.

En resumen: Pixel es Google a más no poder. Combina un diseño muy logrado con hardware potente unido a los servicios online de la empresa. Quien esté dispuesto a entregar su vida digital a la colorida G obtiene a cambio numerosas funciones muy prácticas y ayuda del asistente en casi todas las situaciones de la vida diaria.

Además de la calidad de la cámara, resalta la duración de la batería, que se carga en menos de una hora. Mientras que el Pixel más pequeño cabe muy bien en la mano, el XL resulta más incómodo y se cae, por lo que una funda protectora es lo primero que habría que comprar.

Un gran cambio respecto al Nexus es el precio. Mientras que aquellos eran relativamente asequibles, no es el caso de Pixel, que cuesta al menos 759 euros con 32 GB. El XL con 128 GB cuesta 1.009 euros en Europa (en EEUU son algo más económicos). Por lo visto ha pasado la era en la que uno sólo pagaba con datos.

dpa

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